Ejercicios prácticos de inteligencia emocional

En este post veremos una serie de ejercicios prácticos para reconocer nuestras emociones y para contribuir activamente a nuestra sensación de bienestar.

✿ Ejercicio 1 ✿ Identificar las 3 emociones que queremos experimentar con mayor abundancia [1]   

Este primer ejercicio consiste en preguntarnos qué tipo de emociones queremos cultivar en nuestro interior. 

Una vez que definimos qué emociones nos gusta experimentar con mayor frecuencia, resta reconocer nuestra capacidad de introducir cambios positivos en nuestra rutina y en nuestra forma de percibir del mundo, priorizando las acciones que contribuyen a nuestra sensación de bienestar y relegando las que no lo hacen. 


✿ Ejercicio 2 ✿ Registrar nuestras emociones en escala de colores [1]  

Podemos aprender mucho sobre nosotros mismos preguntándonos en intervalos regulares qué emoción estamos experimentando. 
Para realizar el seguimiento nos puede ser de ayuda usar recordatorios programables que nos recuerden analizar nuestras emociones, por ejemplo, 5 veces al día durante una semana

En esos momentos del día, tomemos registro de la emoción que predomina en nuestro interior empleando un color distinto según el nivel de energía que experimentemos y según la sensación corporal sea agradable o desagradable:  

  • Emociones de alta energía y sensación desagradable: enojo, celos, rencor, impaciencia, ...
  • Emociones de baja energía y sensación desagradable: tristeza, aburrimiento, apatía, desesperanza, ...
  • Emociones de alta energía y sensación agradable: entusiasmo, alegría, euforia, esperanza, ...
  • Emociones de baja energía y sensación agradable: gratitud, esperanza, calma, paz interior, serenidad, ...

Este ejercicio entrena nuestra capacidad de reconocer lo que sentimos y ponerle un nombre. En ese sentido, las listas de emociones son una buena herramienta para ampliar nuestro vocabulario emocional. 
El empleo de la escala cromática ayuda no solo a conectar cada emoción con su correspondiente sensación corporal sino también a comprender mejor los matices que distinguen las emociones de un mismo color.

Al final de la semana tendremos una radiografía de nuestros estados emocionales predominantes. Esta radiografía es especialmente útil teniendo en cuenta que nuestro cerebro muchas veces selecciona y prioriza nuestros recuerdos de forma distorsionada.

Daría la impresión de que el cerebro humano es especialista en concentrarse en los problemas y buscarles solución, de modo de garantizar nuestra supervivencia, dando relativamente poca importancia a todos los otros pensamientos que nos ayudan a sentirnos felices y satisfechos. Es por eso que muchas veces nos enfocamos tanto en las situaciones que nos preocupan ignorando por completo la infinidad de cosas que damos por sentado y que en forma cotidiana contribuyen a nuestro bienestar.  

Al completar este ejercicio muchos de nosotros podemos sorprendernos descubriendo que experimentamos emociones agradables en mucha mayor proporción que lo que imaginábamos. 


✿ Ejercicio 3 ✿ Agradecimiento antes de dormir [1]

Este ejercicio se puede incorporar en forma muy sencilla a nuestra rutina diaria. Consiste en repasar nuestro día antes de dormir agradeciendo puntualmente por 3 cosas que nos hayan gustado. Tratemos además de identificar qué emoción sentimos en esos momentos. 

El objetivo de esta actividad es justamente balancear la tendencia natural del cerebro a priorizar los problemas y las dificultades. 

Se trata de traer a la memoria pequeñas alegrías que de otro modo pasarían desapercibidas entre nuestros recuerdos: una caminata bajo el sol, el momento de sentarnos a la mesa con un amigo, o el simple y maravilloso hecho de que nuestro cuerpo nos permita correr, andar en bicicleta o enfrentar nuevas experiencias.    

  

✿ Ejercicio 4 ✿ Visualización del día al despertarnos [2]

Este ejercicio es un espejo del anterior. Se puede practicar por ejemplo al despertarnos o en el momento previo a comenzar una actividad desafiante. 

Se trata de cerrar los ojos y visualizar el día que está por comenzar. Recordemos que todas las imágenes se nos ocurren son simples creaciones de nuestra cabeza y que por esa razón somos libres de modificarlas.   

A continuación, nos preguntamos qué sucesos del día que comienza son realmente importantes para nosotros. De los sucesos, pasamos a las emociones y nos preguntamos qué emociones quisiéramos experimentar en mayor medida.  

Este proceso de visualización nos ayuda a trabajar en nuestro modo de interpretar los sucesos que puedan ocurrir en el día y a desapegarnos de los factores que no controlamos. 


Fuentes de los ejercicios:

[1] Conferencia de Raúl Ravelo disponible en youtube.  

[2] Meditación guiada de Peter Beer (link)

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